viernes, febrero 02, 2007

José María Martínez: "En la mar, cada día es una sorpresa"

El capitán de fragata José María Martínez Núñez (Riveira, 1957) se estrenará en sus labores operativas como comandante de la F-102 por la puerta grande: participando en un ambicioso programa nacional como parte del grupo aeronaval del portaaviones "Príncipe de Asturias". Tras unas primeras semanas de toma de contacto, esta misión servirá, dice, "para completar mi propia integración a bordo" después de unas primeras semanas muy "demandantes" en las que "¡yo era generalmente el que más demandaba!". Con buen humor y una dilatada experiencia militar curtida en fragatas como la "Asturias" o la "Reina Sofía", Martínez Núñez afronta con este despliegue una nueva etapa.


ENTREVISTA DE ROCíO PITA PARADA

El responsable de la segunda F-100 hace hincapié en que estar destinado en un barco es un trabajo más, como en la vida civil, con su horario, con su cansancio y con sus horas de ocio, “con la única diferencia de que cuando acabamos no podemos ir a pasear por el Cantón”. Por ello, su objetivo es hacer la vida de su dotación más cómoda para evitar “que la gente se ponga a tachar días en el calendario”. Si lo consigue, hará que las sesenta jornadas que exige el ejercicio “Galiber 07” fuera de casa se resuman en un interesante adiestramiento para mejorar la interoperatividad del grupo.

—¿Qué expectativas tiene ante esta misión?
—La expectativa que tenemos siempre que salimos a la mar es regresar bien, que los problemas que se generan se puedan resolver. Desearíamos que no ocurriese nada, pero con 200 hombres y dos meses por delante la estadística no nos lo va a permitir. Algo ocurrirá y el juego será equilibrar esas necesidades justas que el personal solicita y el servicio.

—¿Qué tendrá de especial esta misión?
—Nada muy extraordinario, casi lo más extraordinario soy yo, que es mi primera salida operativa con este buque, me tengo que integrar con mi dotación, para ser un equipo cohesionado pero tampoco tengo miedo a que eso no ocurra porque la gente conoce el barco y los sistemas. Son actividades para nosotros, no se puede decir que rutinarias, porque en la mar cada día es una sorpresa, pero hasta esa sorpresa diaria comienza a ser rutina, porque la gente tiene experiencias acumuladas y las resuelve bien.

—¿Es un ejercicio especialmente importante para la Armada?
—Como ejercicio en cantidad no es importante. En calidad, para nosotros sí es importante. Tenemos muchos compromisos internacionales y apenas nos queda hueco para algo nacional y de cierta profundidad. Y el “Galiber” es esa oportunidad. Es una agrupación española y puramente nacional, aunque integremos un buque francés, donde tendremos la oportunidad de ver que la fuerza se despliega lejos y hace una actividad avanzada de adiestramiento como grupo de portaaviones. Es un nivel cualitativo fundamental. Sí le daría yo cierta importancia a estas “Galiber”.

—Les acompañará un equipo del Tercio Norte para garantizar la seguridad del buque...
—Nos viene muy bien. Es un equipo de diez personas que servirá para operaciones reales o simuladas de seguridad. Aparte en el mundo en el que nos ha tocado vivir, siempre contamos con riesgos latentes en las entradas y salidas a puertos y tener a la infantería de Marina a bordo nos viene pero que muy bien para entrar en condiciones más seguras.

—¿Han necesitado algún preparativo especial para este despliegue?
—No, es lo habitual. Pero claro, para nosotros todo es especial, y eso es rutinario. Esto son las “Galiber” y no es lo mismo ir a un puerto que a otro ni una semana de trabajo a otra. Pero el barco, teniendo en cuenta la misión, siempre hace una preparación específica. Pero este es un barco que tiene la Armada para incorporarse a las misiones más exigentes que se puedan esperar en un máximo de diez días. El nivel de alistamiento ya es elevado de por sí .

—¿Van a aprovechar la estancia en puertos como El Pireo para mostrar la fragata con fines comerciales?
—Esto forma parte de cualquier entrada a puerto. Son objetivos un poco fuera del ámbito militar, pero atracaremos en Grecia con una tecnología de buques que a cualquier Marina del mundo le gusta conocer y ver. Siempre es una excelente oportunidad de promover intereses empresariales españoles. No sólo la F-100, que es el buque estrella en estos aspectos, también otros barcos como el “Príncipe de Asturias” es un buque muy visitado por profesionales en puerto. Pero sí, la F-100 todavía y durante algunos años más, seguirá siendo el buque a enseñar y el que la gente quiere ver en cualquier puerto al que vayamos.

—La F-101 en la vuelta al mundo, la F-103, integrada con el grupo de combate francés, ésta, con el del portaaviones español... ¿Hay competencia entre las F-100 por ver quién tiene la mejor misión?
—Competencia no hay porque no nos dan la oportunidad de escoger. Si la tuviésemos, habría muy dura competencia. Pero sí hay sana envidia de unas y otras actividades, sí hay algo de mirar lo que hace el otro siempre, pero en sentido positivo. Pero profesionalmente no es comparable la comisión a Australia [de la F-101] al ejercicio “Galiber”. Casi diríamos que profesionalmente están ellos mirando hacia nosotros, aunque todos miramos con envidaia su travesía.

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