jueves, septiembre 18, 2008

Estos PM...


"¡Hey! Conoce las regulaciones. ¡No se puede fumar durante el apagón!"

Desde que se creó la técnica del bombardeo por masificación nocturno se establece el apagón generalizado para que los bombarderos no lo tengan tan fácil a la hora de soltar su "carga". Aunque en la actualidad es una medida en desuso por poco efectiva, en la II GM estaba a la orden del día.

La Policía Militar (en el ámbito que nos gusta a nosotros, la Policía Naval) nunca ha caído simpática a la tropa y, como no, siempre ha habido quién podría sacar tajada humorística a costa de sus miembros haciéndoles quedar como imbéciles.

Debido a la época, con toda su moral, y a la dificultad de ver la colilla encendida de un cigarrillo a 10.000 metros de altura, quizás el PM debería haberse preocupado de otra cosa.

7 comentarios:

Ligia dijo...

Me ha venido a la memoria un gag o como se llame que hacía el humorista Gila (no sé si tú te acuerdas)sobre dar fuego al compañero soldado en la guerra, porque el enemigo en la primera luz (cuando encendía la cerilla) se percataba del lugar, al encender el cigarro del compañero le daba tiempo a apuntar y cuando encendía el suyo propio, el enemigo disparaba, así que por eso nunca daba fuego. No sé si me hice un lío y no entendiste nada... Abrazos

Guillermo Manuel de Villena dijo...

Aprovecho tu última entrada para darte la ehhorabuena, de nuevo, y van..., pues acaba de caer en mis manos el número de Julio de la R.G.M. y me he metido "unos buques de guerra en el bolsillo".
Espero este otoño que va entrando volver a coger tu estela, pues en los ultimos meses me ha sido imposible.
Enhorabuena de nuevo, y ya sé que me toca leerme al menos dos meses de "Navegante...".
Ah, y ver las sirenas, si es que me han esperado o han huido al fondo de los océanos.
Saludos, Capi.

Javier dijo...

Sí, Ligia, lo he comprendido (tras una segunda lectura ;P). Bueno, no es lo mismo en las trincheras. Ahí te pueden ver con facilidad, pero un bombardero... Eso es mas complicado aunque en una ocasión oí que un ser humano puede ver una llama a 13 km de distancia, otra cosa es que sepa qué es, aunque supongo que también se tendrá que atender a que la noche esté despejada y no haya obstáculos en la trayectoria visual.

Veo que estás al quite, Fletcher, al menos con la RGM por que ya me empezaba a extrañar tu ausencia a bordo. Hoy hablaré de ello. Gracias!

Anónimo dijo...

Bueno, realmente lo del blackout tenía su sentido. Tanto durante los ataques aéreos como durante el acoso a convoyes en el atlántico, se dieron ocasiones en que un resplandor ocasional facilitó la detección del objetivo. Evidentemente, no nos referimos a una colilla, pero sí por ejemplo al resplandor súbito de un encendedor como el mítico zippo, que en la oscuridad de una noche atlántica o en un londres en oscurecimiento, sí podía ser apreciada desde varias millas, dado que el ojo humano instintivamente focaliza cualquier punto de luz súbito, y aunque no llegue a apreciar el chispazo, el cerebro sí que se focaliza en esa dirección, con lo cual aunque no localizase el encendedor en sí, la atención del vigía o navegante se concentraria en esa zona. Si el que da fuego a continuación se enciende él un pitillo, las posibilidades se multiplican.

Por supuesto, todo se presta a exageraciones. Hubo regulaciones sobre el uso de zapatos acharolados en noches de oscurecimiento, que manda carallo, como diriamos por aquí.

Un saludo, navegante

Javier dijo...

Hola Thom, veo que te ha interesado el tema.

No le quito efectividad a la medida del blackout, para nada, ya que tiene su sentido en la época. Sin embargo, el chiste no deja de tener gracia.

Lo de los zapatos acharolados no lo había oído nunca...!!!

Anónimo dijo...

pues sí, siempre fue un tema que despertó mi curiosidad. Todo el progreso que se dió en la navegación nocturna durante la IIGM fue una lucha de ingenio, ya que en un principio hasta la aparición del radar de navegación H2S, los británicos, que después de un par de experiencias amargas con ataques diurnos habían optado por dejarles ese honor a los americanos y dedicarse al bombardeo nocturno, realmente no daban pie con bola. Los bombarderos tenían una cámara que filmaba cuando tiraban las bombas para comprobar cuantos de sus aviones lanzaban su carga en un radio de 12km del objetivo. El resultado fue que hasta bien entrado 1943, 8 de cada 10 bombas arrojadas por la raf tenían más peligro para una vaca en medio de un prado que para la ciudad alemana escogida como objetivo. En esa lucha por encontrar un camino fiable en medio de la oscuridad, los ingleses dieron mucha importancia al tema del blackout.

felicidades por el artículo, por cierto.

Javier dijo...

Muy interesantes esos datos.

Supongo que te refieres a mi tercera publicación en la RGM, no, tom?