jueves, enero 15, 2009

Copenhague


Una vez fuera del archipiélago de Estocolmo, rumbo S, variando a SW para pasar por el entrecho que conforman el archipiélgo Gotska Sandö con la costa sueca y la isla Gotlan con la de Öland, mucho mas al S; y superada la población de Ottenby en Öland es hora de prepararse y ponernos a la caña para pasar por el estrecho que forma la isla Bornholm, aunque mucho antes dejaremos a estribor la bahía de Karlskrona.

Superado dicho punto, el rumbo es mas bien W ciñiéndonos a la costa, esperando al cabo que conforma Falsterbo. Rumbo N y no tardaremos mucho en ver el puente Öresund, que une Copenhague y Malmö desde el año 2000, y la "Isla de la Sal".

Copenhague es la capital de Dinamarca y se encuentra situada al SE de la isla de Selandia (Sjaelland) que quiere decir "Tierra de focas" y la isla de Amager, entre el Mar Báltico y el estrecho Kategat. Enfrente están Malmö y Landskrona.

En el momento de su fundación (1000 d.C.) se llamaba Havn (muelle en danés). Poco a poco fue cambiando de nombre a La Bahía de los Mercaderes o Mercatorum Portus (Købmandshavn), que pasó a germanizarse como Kopenhagen.

En 1167 se construyó el castillo de Havn por el obispo Absalón (el cual erigió también las catedrales de Roskilde y Lund) y se nombra a la ciudad por primera vez en 1043 como puerto de escasa relevancia. A pesar de ello, los primeros asentamientos datan del 4000 a.C. Curiosamente, hasta el s. XV no pasó a ser parte de Dinamarca.

El situarse en la mayor isla de Dinamarca y al Norte de la mas rica de Alemania ha sido y sigue siendo un revulsivo para su economía, siendo en 1648 la principal ciudad y puerto naval.

Hablar de esta ciudad es hablar de las batallas que ha vivido y no son pocas, sobre todo si nos referimos a sus vecinos suecos, pero sobresale la Batalla de Copenhage de 1801 en la que intervino el vice-almirante Horatio Nelson y la de Agosto de 1807 para impedir la entrega de la flota a Napoleón. Tras estas, el auge se convirtió en declive y pobreza, con un florecimiento del arte, ciencia y literatura.

El III Reich se hizo con el control de Dinamarca entre 1940 y 1945 sin tener ningún apoyo. La Marina Real danesa hundió sus propios barcos para impedir que fueran utilizados por los invasores. La ciudad acabó siendo liberada por los británicos.

Tras la contienda mundial, la ciudad siguió creciendo como núcleo económico de Dinamarca.

Comentaros que el puerto de Copenhague, desde 2001, unido al de Malmö tiene como función principal el destino de grandes cruceros. Por ello es el puerto con mas éxito de Escandinavia y de todos los que dan al mar Báltico.

Pero no termino este post aquí sin hablar de la Sirenita, aquella que con su canto enamoró a un joven pescador y que renunció a su inmortalidad a cambio de tener un aspecto de mujer. Este mito oral se transmitió de generación en generación hasta que el genial Hans Christian Andersen escribió el cuento de La Sirenita tal y como se conoce en la actualidad.

En 1913, un magnate danés de la cerveza, Carl Jacobsen, le encargó al escultor Edgar Eriksen la estatua de la Sirenita. Eriksen se inspiró en el rostro de la bailarina Ellen Price, pero ésta se negó a posar desnuda, por lo que el cuerpo es el de la propia esposa del escultor.

La estatua es de bronce fundido, pesa 175 kg. y mide 1,25 y fue colocada en la bahía el 23 de Agosto de 1913, saludando a los barcos que entran y salen del puerto, y es un punto de visita obligada para todo marino. Se la denomina Den Lille Havfrue (La pequeña Señora del Mar) y se supone que los marineros acudían a ella y le confesaban sus infidelidades durante el viaje.

Por desgracia, y por obras de una panda de vándalos analfabetos, esta preciosa obra ha sido mancillada, mutilada, arrancada, tirada al mar, etc. Parece que no les gusta que esa dulce Sirenita sea el símbolo de la capital de Dinamarca. La suerte es que hay moldes de todas las partes del cuerpo y su restauración siempre es fácil.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta esa estatua de la Sirena! (bueno, las sirenas en geenral me apasionan) y no puedo concevir que la gente pueda llegar a ensañarse así con una obra de arte... Es penoso.

Anónimo dijo...

Ups, concebir es con "b" :S. Me patina la neurona de tanto escribir!

Javier dijo...

Ay, ese corrector del word de la escritora, que debe de echar humo, jajaja.

Sí, a mí también me encantan la estatua. Es una preciosidad, aunque a algunos parezca que no y su lado austrolopithecus aflore demasiado.

Anónimo dijo...

Siempre van a hablar los más indicados, el que aún no entendió lo que le expliqué de la "forma antropomórfica" que, por cierto, es una redundancia, la palabra antropomórfico lleva implícito "forma de". Listo! Un consejo, no te metas con una escritora literariamente hablando! XD

Javier dijo...

Anda que... Cómo me la das con eso. Eso de chincharme es solo conmigo o con todo el mundo???

Anónimo dijo...

Es que tú te dejas, Javier! Además no es chinchar, es replicar, y ya sabes que yo tengo una opinión para todo.

Ligia dijo...

No conozco Copenhague, pero no lo descarto para un próximo viaje. La escultura de la Sirena siempre me ha gustado. Abrazos

Náufrago dijo...

Bueno, pues ahí van algunas curiosidades sobre esta preciosa ciudad. No penséis que soy un gran viajero, pero ha coincidido que he estado en las capitales nórdicas y Copenhague es la que mejor conozco.

En cuanto a la sirenita, el par de chavales que le mutilaron el brazo creo que la última (o penúltima vez), poco tiempo antes de mi estancia, aunque yo ya tuve la suerte de verla completa, "después de decidir entregar la parte arrancada y pedir disculpas, argumentaron su fechoría diciendo que se habían encontrado una sierra y se les ocurrió la brillante de idea de probarla con la pobre sirenita".

En cuanto a la ciudad en sí, varias cuestiones: muy bonita para pasear, posee la calle de tiendas más larga del mundo, (stroget, más o menos así escrito), las terrazas poseen calefacción y mantitas para resguardarte del frío, aún en septiembre. Es un placer recorrela a través de sus canales, en los que podemos apreciar preciosos veleros. También merece una visita el parque de atracciones Tivoli, la estación central y, sobre todo...

... Christianshavn

¿Qué es eso?, os preguntaréis. Para lo que no lo saben, Christianshavn es la ciudad libre de Christiania (más información aquí: http://www.dondeviajar.es/ciudades/turismo-okupa-copenhague-y-su-ciudad-libre.html)

Entrar en ella es toda una experiencia para contar, pues de grabar vídeo o fotos nada de nada, enseguida entenderéis la razón. Edificios medio destartalados, repletos de grafitis de vivos colores, dan paso a pequeños caminos por los que pulula gente variopinta, gente que parece sacada del concierto de woodstock, niños jugando o montando en bici, grupos de amigos en los tejados fumando o bebiendo, puestos hippies de pulseras, camisetas, gorras, etc. y muchos, muchos, de drogas blandas por todos lados, con los carteles y los precios. El olor a hierba está presente en el ambiente, mientras das una vuelta por el barrio y te metes en alguna casa, donde puedes encontrar un bar o unos cuadros, y en algunas esquinas se acumula basura (no pagan impuestos y por tanto no gozan de algunos servicios municipales)

Cuando sales, por la misma puerta por la que entraste, un cartel te indica que entras en la Unión Europea, atrás queda la última ciudad libre de Europa.

Anónimo dijo...

Oye, qué interesante lo de Christiania, no tenía ni idea! pena que estos ideales vayan cayendo en el olvido, quizás porque los tiempos han cambiado para bien y eso nos estimula al conformismo (Dios, que idea tan filosófica así de mañana...)

Javier dijo...

Opino lo mismo que tú, Ligia, a mí también me ha gustado siempre la escultura.

Jobar, Navegante, qué conocimientos viajeros los tuyos. Aunque me has dejado trastornado acerca de Christiania. Sabía de la existencia de dicha ciudad o barrio de Copenhague, pero no que fuera de tal naturaleza. Lo del cartel de que entras en la UE, tiene su punto.

Lidia M, deja la filosofía para mas tarde, que aún es temprano y mis neuronas no están funcionando xD, jejeje.

Mali dijo...

Pobre Sirenita, tan bonita y tanto gamberro suelto. Y eso que dicen que por esos lares son de lo mas sosito y educadito.

Javier dijo...

Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Guillermo Manuel de Villena dijo...

Atentos al puente de Oresund, que se fabricó a cachitos en Puerto Real (Cádiz) por Dragados OffShore. Los trocitos, de cerca de 100 metros se transportaron por mar hasta allí, y un par de operarios con llaves Allen lo montaron en plis-plas. Ojito.

Náufrago dijo...

Una última imagen de Copenhague me ha venido a la retina, una hilera de molinos de viento(aerogeneradores) en medio del mar, sí, sí, en medio del mar y todos en fila... Por estos lares solo los conozco, y cada día más, en tierra.

Javier dijo...

Veo que este post os ha inspirado.

Seguro que esos operarios tardaron menos que yo montando el cajonero que tengo a la izquierda, Fletcher.

Javier dijo...

Están al N de Saltland, no? Aunque su situación no deja de ser extraña.

Guillermo Manuel de Villena dijo...

No me preguntes cómo he ido a parar del Puente de Oresund al Mar Caspio, a la desembocadura del Rio Ural, en Kazajstan, pero tenemos otro buque naufragado y abandonado, para la lista.
http://www.panoramio.com/photo/4064267
Saludos.
Sobrevolar la zona que merece la pena.

Javier dijo...

Es que interneeeeeee está chalado para buscar cosas y mucho mas el google. Apuntado queda Fletcher.