miércoles, marzo 25, 2009

25 de Marzo de 2009

Autor:
La Voz
Fecha de publicación:
25/3/2009
Tres buceadores británicos, acusados de saquear en el año 2002 el pecio de un buque hundido en Corrubedo, aceptaron ayer la imposición de una multa de 1.000 euros, más otros 2.500 cada uno en concepto de costas. Peter Devlin, Malcom Cubin y Steve Russ comparecieron ante el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago como acusados por el saqueo del Don Pedro, hundido en Corrubedo en 1895.

Según informó la corresponsal del Daily Telegraph en España, los tres buceadores se enfrentaban a penas de prisión de hasta seis años cada uno, así como a fuertes multas por el robo y destrucción del patrimonio cultural español. Ayer, después de siete años de calvario judicial, decidieron declararse culpables a cambio de la suspensión de la condena y de pagar una multa.

«Ahora somos delincuentes condenados en España, pero estamos aliviados porque, después de siete años, el proceso ha terminado y no tendremos que ir a la cárcel», dijo Malcom Cubin que, al igual que sus compañeros, se mostró «decepcionado porque no es lo que queríamos en absoluto», ya que los tres mantienen su inocencia.

Los tres buceadores formaban parte de un equipo de rescate que, en el año 2002, recibió autorización para recuperar 220 toneladas de lingotes de estaño, valoradas en unos 638.000 euros, en los restos del buque Friesland, hundido en Corrubedo en 1877. Sin embargo, el Ministerio Fiscal alegó que el equipo se había desviado de su objetivo original para investigar los restos del Don Pedro, un buque francés que naufragó en la misma época y que, según una leyenda local, iba cargado con lingotes de oro y diamantes.

Los buzos siempre han insistido en su inocencia y se consideran víctimas de un conflicto gubernamental. También sostienen que España los ha utilizado para enviar un mensaje a los posibles buscadores de tesoros. Los tres hombres y un cuarto, Yanick Alveraz, ya fallecido, fueron detenidos después de recuperar un lingote de estaño, porcelana rota y unas botellas. Los buzos dijeron que se encontraban en una zona distinta a la autorizada porque estaban haciendo un balizamiento de seguridad.

LA VOZ DE GALICIA

El navegante solitario

Alba Paz y Suso Leiro relatan en un libro las proezas del navegante portonovés que surcó el Atlántico en velero

Autor:
La Voz
Fecha de publicación:
25/3/2009
El navegante solitario, el hielo y el mar, es el título del libro que los autores, Alba Paz y Jesús Leiro, presentarán esta tarde, a partir de las 20 horas, en el salón noble del Liceo Casino.

Según ellos mismos explican no es mero libro de viajes, sino el relato de una proeza inédita, de un arriesgado periplo cuyo protagonista es el propio Suso Leiro. Este navegante portonovés sexagenario surcó en un frágil velero el turbulento Atlántico por la ruta de Magallanes y fue desde Galicia al misterioso y terrible Ártico.

Su barco, Finesse, «navegó con increíble gallardía por mares tempestuosos cuyas olas gigantescas embestían con la fuerza de una manada de miuras. Surcó el Atlántico con vientos huracanados y enorme oleaje, y el Ártico entre colosales icebergs fantasmas, de aristas afiladas como cuchillos, que podrían cortar su frágil velero de fibra de vidrio como una lanza a un melón maduro», según se describe en la sinopse del libro.

El patrón del Finesse, Jesús Leiro López, conocido por Sus, pertenece a la casta de aquellos audaces y expertos marineros gallegos que antaño osaron surcar el temido y tenebroso océano, descubrieron tierras al otro lado del mar y trajeron a Europa noticias de su existencia.

En El navegante solitario se cuenta como después de trece días de navegación por Ártico, sin comer ni dormir y padecer calamidades diversas, al arribar a Groenlandia es detenido durante tres horas sin consideración a su lamentable estado. La Policía le registra el barco «con el ceño fruncido y muy mal talante» y encuentra el libro del afroamericano Barack Obama, que había comprado para mejorar su inglés.

Suso Leiro, además de experto navegante es inventor, dibujante y pintor autodidacta, y poeta. Entre sus inventos, que incorporó a su barco, destaca el mástil de doble apoyo ya patentado, cuya eficacia ha sido probada durante su arriesgado viaje al Ártico.

El libro, además de útil para los navegantes, promete ser ameno, interesante y entretenido. Las andanzas y peripecias, así como la personalidad singular de este navegante solitario, son capaces de cautivar.

Sobre todo la gente del mar podrá apreciar y seguro que agradecerá la detallada información sobre la navegación a vela, en especial las descripciones gráficas de sus notables e ingeniosos inventos, que desea divulgar para salvar vidas o disminuir los riegos. Este navegante pontevedrés es un héroe popular que se está convirtiendo en leyenda por la repercusión mediática de sus proezas aquí y en los países a los que arribó.


4 comentarios:

Isabel Martínez Rossy dijo...

Me ha llamado la atención la presentación del libro de este navegante, Suso Leiro. Me gustan mucho los relatos de travesías en solitario y el personaje, el itinerario y las características del barco (¡menos de 9 metros de eslora!)me hacen pensar que va a merecer la pena leerlo.
Un saludo, Javier.

Javier dijo...

A mí también me ha llamado mucho la atención este libro. La verdad es que promete.

Náufrago dijo...

No conocía al personaje pero desde luego, su historia merece la pena ser contada. Un libro a tener en cuenta y que supongo que este verano se pueda encontrar por Portonovo, su tierra natal. Por cierto, también me ha llamado la atención su topónimo (portonovés), pues nunca había oído esa expresión.

Javier dijo...

Hombre, ya sabes que los gentilicios son cosa "fisna". Supongo que su libro se podrá encontrar en toda Pontevedra.