lunes, febrero 27, 2012

27 de Febrero de 2012

ABC

Así se curte a un infante de marina

El Cuerpo de élite de la Armada fue creado por Carlos I en 1537; hoy 5.910 militares rinden honor a su historia y gestas

ESTEBAN VILLAREJO / MADRID
Día 27/02/2012

«Con los pocos que éramos, hay que ver la que se ha liado». El general de brigada y subdirector de reclutamiento, Luis Martín de la Hoz, resume con esa idea el proceder histórico de la Infantería de Marina, el cuerpo de élite de la Armada que tal día como hoy, hace 475 años años y bajo el Reinado de Carlos I, vio luz con la creación de las Compañías Viejas del Mar de Nápoles.

En principio eran 125 hombres en cada galera con el objetivo de frenar la influencia del Imperio Otomano en el «Mare Nostrum». Más tarde, con Felipe II en 1566, se constituyó como verdadera fuerza de proyección de desembarco anfibio. La primera del mundo. Le seguirían los ingleses, con los que España empezaba a medir sus fuerzas en la mar océano.

Hoy la Armada cuenta con 5.910 hombres y mujeres que tienen que hacer frente a un verdadero proceso de selección antes de engrosar en este Cuerpo de la Casa Real que tiene a honor «el privilegio de mayor riesgo y fatiga», es decir: «Los puestos de mayor riesgo en el avance y cubrir al extremo los repliegues», explica el general De la Hoz, quien mandó el Tercio de Armada con base en San Fernando (Cádiz) de 2007 a 2009.

¿Qué cualidades debe tener un infante de Marina hoy? «Sobre todo, una alta capacidad psicofísica. Polivalencia para ser medio soldado y medio marino, algo que resume el lema del Cuerpo: “Valientes por Tierra y por Mar”».

Un infante de Marina comienza a curtirse en la Escuela «General Albacete y Fuster» (Cartagena). Allí tendrá un plan de estudios de 750 horas lectivas con una fase de «Formación General Militar» de dos meses de duración y otra de «Formación Específica Militar» de tres meses. Entre las materias se encuentran el «Combate cuerpo a cuerpo»: técnicas con bayoneta y cuchillo, manejo de la tonfa, luxaciones e inmovilizaciones, manejo de prisioneros, golpes y caídas y técnicas básicas de artes marciales.

Principios para vencer el miedo, manejo de estrés de combate, un duro adiestramiento físico, instrucción de tiro de élite, escolta de material sensible o control de incendios son otras de las materias que los infantes de Marina aspirantes a emular a don Miguel de Cervantes Saavedra, «el Manco de Lepanto», tendrán a bien ilustrarse.
Equipos ACAF en Afganistán

Dentro de la Infantería de Marina —cuyo comandante general es ahora el general de división Pablo Bermudo y de Espinosa— hay tres grados de especialización posterior: fuerza expedicionaria (asaltos anfibios por ejemplo en Líbano en 2006), fuerza de protección (seguridad de las instalaciones navales) y fuerza de guerra naval especial. Esta última unidad fue la protagonista del rescate «in extremis» de la rehén francesa Evelyne Colombo secuestrada por piratas en el Índico que la trasladaban hacia la costa de Somalia.

«A nivel de formación y funcionamiento no hay nada que envidiar a los “marines” de EE.UU.», explica el general De la Hoz. Obviamente, este cuerpo de élite de EE.UU., creado 238 años después que el español, está a años luz de cualquier otro cuerpo de élite de desembarco anfibio al contar con 200.000 «marines» y una estructura que no admite parangón con ninguna otra.

¿Y en Afganistán, la misión exterior más exigente a la que hacen frente las Fuerzas Armadas? Desde hace tres años hay equipos ACAF (Adquisición y Control del Apoyo de Fuegos). Compuestos por un oficial bilingüe en inglés, un suboficial, y otros ocho infantes de Marina. Son los encargados de enlazar con Aire en caso de un hostigamiento o ataque. Acompañan siempre a los convoys. Así es para aquellos que tienen a gala el «privilegio de mayor riesgo y fatiga».



Los delfines son "personas no humanas"

La mayor conferencia científica mundial reclama en Canadá «derechos humanos» para los cetáceos

abc.es / madrid
Día 24/02/2012 - 14.10h

No solo los simios. Los delfines y ballenas también deben ser tratados como «personas» no humanas, con derecho a la vida y a la libertad, según proponen prestigiosos científicos reunidos en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la mayor del mundo, que se ha celebrado estos días en Vancouver (Canadá). Expertos en conservación y comportamiento de los animales consideran que estos cetáceos son suficientemente inteligentes para que reciban las mismas consideraciones éticas que los seres humanos, lo que implica poner fin a su caza, cautiverio o abusos. Por este motivo, apoyan la creación de una Declaración de los Derechos de los cetáceos.

«La ciencia ha demostrado que la individualidad -la conciencia de uno mismo- no es una característica única del ser humano. Eso plantea todo tipo de retos», dice a la BBC Tom White, profesor de Ética de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles (EE.UU.). Los expertos que están de acuerdo con esta corriente de pensamiento concluyen que, aunque no sean humanos, los delfines y las ballenas son «personas» en el sentido filosófico, lo que tiene importantes implicaciones.

La declaración, que originalmente se acordó en mayo de 2010, señala que los cetáceos tienen derecho a la vida, no pueden ser obligados a estar en cautividad ni ser objeto de malos tratos, ni ser retirados de su ambiente natural. De igual forma, no pueden ser propiedad de nadie. La base de todo es que los delfines tienen conciencia de sí mismos, reconocen su imagen en el espejo. Saben quiénes son.

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